Si alguna vez te has preguntado qué es una startup y en qué se diferencia a las empresas de siempre, has llegado al lugar adecuado. Muchos creen que se trata de cuatro o cinco jóvenes trabajando 20 horas diarias en un piso ruidoso lleno de cables comiendo pizza a las 5 de la mañana. Y aunque sí requiere mucho trabajo y suele haber bastantes cables, no es del todo como os lo imagináis.
La realidad es que las startups son empresas principiantes con un enfoque innovador y adaptadas al mundo digital, requisito imprescindible hoy en día. Aunque sean pequeñas, proponen proyectos creativos y novedosos de productos o servicios relacionados a la transformación digital del mercado en el que se centren.
Eduardo Morelos, director de Startupbootcamp Fintech México, define startup como una gran empresa en su etapa temprana. Además, explica: “A diferencia de una Pyme, la startup se basa en un negocio que será aplicable más rápida y fácilmente, haciendo uso de tecnologías digitales”.
En relación a esto último, una duda muy común es si una startup lleva esa etiqueta para siempre. Es decir, ¿si naces startup siempre serás una? Y la respuesta es no. Se debe entender que el término startup se refiere a un modelo negocio con unas características concretas, sin embargo, esto puede variar a medida que va evolucionando o madurando como empresa. Al igual que una empresa nunca empieza siendo una multinacional, las startups no se mantienen como tal a lo largo del tiempo.