La tienda PUMA, que abrió sus puertas el mes pasado, es el primer sitio insignia de la compañía en Norteamérica, y su objetivo es tender un puente entre la tienda física y el mundo digital.
Con ello, la compañía espera ofrecer a los compradores más opciones en términos de selección de productos, evitando la falta de existencias y permitiéndoles ver información sobre productos individuales, así como compartir sus propias experiencias llevando a cabo las selecciones in situ y subiéndolas al perfil de Instagram de PUMA.
Con una variedad de tecnologías instaladas en la nueva tienda, dice Russell Kahn, vicepresidente senior de ventas al por menor de PUMA; "Estamos tratando de aumentar el tiempo de permanencia del consumidor, de darle una razón para que permanezca más tiempo en la tienda y se comprometa con la marca, y de crear una conexión emocional para que construya una relación de por vida con la marca".
Las etiquetas RFID permiten el uso de espejos mágicos, además de una mejor gestión de inventario y seguridad. El enlace de un código QR, por otro lado, proporciona una experiencia más robusta para el consumidor, explica.