Etiquetas RFID

A lo largo de los años ha habido diferentes evoluciones en la forma de identificar los productos. Actualmente uno de los sistemas más avanzados para el manejo de datos de los productos y su identificación es mediante el RFID.

La tecnología RFID es un sistema de identificación mediante el uso de ondas electromagnéticas que gracias a su elevada memoria del chip permite incluir una gran cantidad de datos asociados, logrando dotar a cada producto de un identificador único frente al código de barras.

Las etiquetas RFID son dispositivos de tamaño reducido que se pueden adherir o incorporar a cualquier objeto, animal o incluso persona. Están compuestas por un diminuto chip que contiene la información que le fue asignada y una antena que permiten recibir y enviar las peticiones por radiofrecuencia de un emisor/receptor RFID y así lograr enviar la información deseada.

Los sistemas RFID se componen de diferentes partes: un sistema de etiquetado formado por tags RFID incorporados en los artículos a trazabilizar, un lector y antenas conectadas a un subsistema para el procesamiento de datos.

Tipología de Tags RFID

Hoy en día se pueden encontrar diferentes tipos de etiquetas RFID, las que se catalogan según sus necesidades de alimentación.

Etiquetas Pasivas

Son las más comunes, pues son más económicas de fabricar, ya que no necesitan de ninguna fuente de alimentación interna para emitir o recibir las señales de radiofrecuencia. Dentro de esta tipología se podría distinguir de un solo uso que pueden venir en un soporte de papel, tela o plástico y permanentes con diferentes certificaciones para resistir agentes externos como agua, humedad, polvo, agentes químicos, fuego, petróleo, golpes, etc.

Éstas únicamente se activan cuando se encuentran cerca de un lector que induce una corriente eléctrica mínima para suministrarle la energía necesaria para establecer la comunicación. Las distancias de uso práctico de una etiqueta pasiva comprenden desde los 10 centímetros y puede llegar hasta metros dependiendo del diseño de su antena, tamaño y frecuencia de funcionamiento.

Etiquetas activas

Estas sí cuentan con una fuente autónoma de energía para dar corriente a sus circuitos y emitir su señal hasta el lector. Se caracterizan por ofrecer una señal de mayor potencia. Sin embargo, suelen ser más grandes y costosas, y tienen una vida útil de hasta 10 años, mientras que las pasivas al ser autónomas su vida útil es ilimitada en el tiempo.

Etiquetas semipasivas o semiactivas

Funcionan asistidas por una batería que suministra la suficiente energía para que la emisión y recepción de la señal se realice de manera autónoma mejorando el alcance de lectura a largas distancias en condiciones extremas donde es necesario.

La principal ventaja de las etiquetas RFID es la de poder disponer de una información mucho más detallada, lo que ayuda a las empresas a hacer inventarios mucho más fiables y así agilizar el paso por los diferentes almacenes hasta llegar al punto de venta.