La respuesta es sí. Desde hace muchos años conocemos el código de barras como el identificador general de productos y mercancía de todos los sectores. También conoceremos otros identificadores como el QR, sin embargo, el RFID, que funciona con radiofrecuencia, aún es desconocido por muchos, y aunque el código de barras puede continuar siendo una buena opción, la tecnología RFID aporta una serie de ventajas significativas como estas:
► Los tags RFID están serializados, la trazabilidad es individual para cada ítem que lleve un tag.
► Los tags RFID pueden almacenar muchos más datos que los códigos de barras o códigos QR u otros bidimensionales, de manera que de cada producto podemos conocer, por ejemplo, fecha de producción, de entrega, sede donde se ha fabricado, registro de temperaturas, etc. ¡Hay muchos chips RFID diferentes, con diferentes capacidades de almacenamiento!
► Los tags RFID pueden ser escritos en cualquier momento, actualizando la información almacenada en ellos.
► Los tags RFID pueden ser leídos a través de la suciedad y el polvo, e incluso cuando están envueltos en plástico o puestos en contenedores.
► Los tags RFID existen en muchos formatos diferentes para poder soportar distintas condiciones ambientales y de entorno, de manera que no se estropeen y su lectura sea posible de forma permanente. El tiempo de vida de un tag RFID es muy larga.
► A menudo, el RFID no necesita de la intervención humana para la lectura de datos. Por ejemplo, cuando debemos recoger mercancía en un almacén, la carretilla elevadora puede llevar incorporado un lector RFID, de manera que no hará falta leer manualmente el tag y la validación de la mercancía también será automática.