En fechas señaladas en el calendario comercial como puede ser el inicio de las rebajas o el mismo Black Friday, las aglomeraciones en las tiendas llevan a una pérdida económica por parte de los retailers. Las esperas y la fricción en las cajas de pago hace que las compras no se conviertan provocando una pérdida de clientes y la fidelización de estos.
A esto, debe sumarse el aumento de hurtos que se producen en estos días. Y es que según los expertos, más de un 34% de las pérdidas de los retailers es debido a los robos externos, lo que conlleva a menor beneficio y un desajuste en el stock muy problemático.
Relacionado con este tema, el foco de atención hoy en día se sitúa sobre las soluciones no intrusivas que garantizan una buena experiencia de compra sin dejar de lado la seguridad de los artículos. Un desafío en el que juega un papel muy importante la tecnología RFID, ya que esta es la pieza clave para ofrecer una experiencia de cliente optimizada y mejorando el control de los productos dentro de la tienda.