Los compradores entran en una tienda con la expectativa de que los artículos que vieron en la web de la marca estén en existencia. Si el retailer es capaz de lograr esto, brindará lo más difícil a sus consumidores: la gratificación instantánea.
Para alcanzarla los minoristas se están dedicando a implementar los avances que los compradores han comenzado a esperar a partir de sus experiencias de compra en línea.
La tecnología RFID mejora la experiencia del comprador
Los compradores se sienten más cómodos interactuando con tecnología en las tiendas e incluso esperan que mejore la experiencia general. Para muchos minoristas, una mayor inversión en la tecnología de compra está impulsando este ajuste hacia las operaciones omnicanales.
La cantidad de clientes que recurren al “showrooming”—o experimentan con los artículos en la tienda y luego los compran online—es casi igual a la cantidad de aquellos que investigan los productos en línea y los compran en la tienda. Resulta interesante que un 58% de los clientes prefiera comprar en comercios minoristas que tienen presencia en línea, pero también tiendas físicas.
Según el estudio elaborado por la compañía Zebra, la mayoría, el 65% de los compradores, opina que los empleados que utilizan computadoras de mano con lectores incorporados pueden mejorar la experiencia de compra.
Y es cierto que automatizar la precisión del inventario les ahorra una tarea tediosa y lenta a los empleados, por lo que quedan libres para brindar un mejor servicio al cliente en la tienda. Casi la mitad de los empleados informa que contar con dispositivos móviles en la tienda les ha permitido mejorar la experiencia de compra porque:
- Tanto consumidores como empleados coinciden en que la tecnología móvil mejora la experiencia en la tienda.
- Los compradores de todas las generaciones prefieren a las empresas con presencia online y tiendas físicas.
Es aquí cuando la tecnología RFID tiene su aparición en el mundo del retail. La unión entre el mundo online y offline y la importancia de aportar una experiencia digital a los clientes hace que las empresas se vean obligadas a innovar y crear mayor valor en su marca. El RFID no sólo optimiza las operaciones a niel interno, sino que también se ve en las tiendas cara al cliente. Se puede implantar a nivel operativo, y así dar más tiempo al empleado para que invierta en los clientes, o puede implantarse en la caja a la hora del pago, evitando cualquier tipo de fricción.