Las cajas de autopago con RFID, ¿la solución a las esperas?
El éxito o fracaso de las cajas de autopago
Hace ya unos cuantos años empezaron a aparecer en los distintos comercios de España las cajas de autopago o de Self- Checkout, y mientras que algunos creían que sustituirían a las cajas de cobro tradicional en cuestión de poco tiempo, lo cierto es que este sistema no se ha implementado del todo en el sector del retail.
Algunas empresas lo vieron como una inversión de demasiado volumen, mientras que otras no lo dudaron ni un instante defendiendo este nuevo método de pago por su rapidez cara al pago y evitando así los cuellos de botella en las tiendas y supermercados, especialmente. Entonces, ¿por qué no se ha continuado con su implementación?
Una de las principales barreras es la puesta en duda de si este nuevo sistema de pago reduce el tiempo de espera de los clientes debido entre otras cosas a que los artículos tienen que ser leídos uno a uno a través de los lectores de códigos de barras. Además muchos otros, artículos con una seguridad extra, requieren verificaciones por parte de los empleados, cosa que ralentiza este "rápido proceso".
Sin embargo, es la tecnología RFID la que ha llegado al mercado para evitar esa problemática y la principal razón por las que estas cajas autónomas no han conseguido el éxito deseado por parte del retail. A través de los lectores de radiofrecuencia y las etiquetas RFID, todos los productos pueden ser leídos simultáneamente, sin necesidad de ser leídos uno a uno, y el cliente sólo tendrá que comprobar su compra, pagar y abandonar la tienda con ella sin necesidad de esperas o colas. Un aspecto que diferencia PayMark Fast con otras cajas de autopago como la instaurada por Inditex, es que el sistema de alarma va integrado en la propia etiqueta sin necesidad de un tag rígido que el cliente debe extraer antes de abandonar la tienda.
Por supuesto, algunos retailers pioneros ya han implementado esta tecnología en sus establecimientos ofreciendo así una experiencia sin fricción en caja a todos sus clientes. Uno de ellos es la conocida tienda deportiva Decathlon, en la que sus cajas rápidas detectan todos sus productos de forma instantánea a través de esta tecnología.
Algunas empresas lo vieron como una inversión de demasiado volumen, mientras que otras no lo dudaron ni un instante defendiendo este nuevo método de pago por su rapidez cara al pago y evitando así los cuellos de botella en las tiendas y supermercados, especialmente. Entonces, ¿por qué no se ha continuado con su implementación?
Una de las principales barreras es la puesta en duda de si este nuevo sistema de pago reduce el tiempo de espera de los clientes debido entre otras cosas a que los artículos tienen que ser leídos uno a uno a través de los lectores de códigos de barras. Además muchos otros, artículos con una seguridad extra, requieren verificaciones por parte de los empleados, cosa que ralentiza este "rápido proceso".
Sin embargo, es la tecnología RFID la que ha llegado al mercado para evitar esa problemática y la principal razón por las que estas cajas autónomas no han conseguido el éxito deseado por parte del retail. A través de los lectores de radiofrecuencia y las etiquetas RFID, todos los productos pueden ser leídos simultáneamente, sin necesidad de ser leídos uno a uno, y el cliente sólo tendrá que comprobar su compra, pagar y abandonar la tienda con ella sin necesidad de esperas o colas. Un aspecto que diferencia PayMark Fast con otras cajas de autopago como la instaurada por Inditex, es que el sistema de alarma va integrado en la propia etiqueta sin necesidad de un tag rígido que el cliente debe extraer antes de abandonar la tienda.
Por supuesto, algunos retailers pioneros ya han implementado esta tecnología en sus establecimientos ofreciendo así una experiencia sin fricción en caja a todos sus clientes. Uno de ellos es la conocida tienda deportiva Decathlon, en la que sus cajas rápidas detectan todos sus productos de forma instantánea a través de esta tecnología.
